Hemos traido refrescos y chuches y papel contínuo de mantel para que las mesas no se mancharan.Pusimos música y mientras dábamos cuenta de la comida otros y otras bebían los refrescos que compramos en abundancia.
Pero lo peor de estas fiestas es que después hay que limpiar.Siempre pasa lo mismo,al final limpiar y limpiar y al maestro le toca siempre la escoba y la fregona.Menos mal que esta vez le han ayudado varias niñas:Mª José, Elena........